Escrito en la pared

Espacio reservado para su publicidad.

Por más que lo intento no consigo seguir un orden cronológico... Para la entrada de hoy estaba previsto el alucinante mural que 3ttman y compañía han dejado estos días (en realidad debe hacer más de una semana) en plena Gran Vía, pero la mañana soleada de hoy no sólo ha roto con mi idea de orden, sino que ha hecho pedazos otro concepto, el de no repetir artistas con demasiada asiduidad. Eso quiere decir que volvemos a hablar de Sam3, vamos a ello.

Esta mañana salí temprano. A las nueve y media de la mañana de un sábado soleado sólo estaban en la calle sólo los turistas y los desafortunados que hoy tienen que trabajar. Tras dejar a R en el metro fui hasta la calle de la Cruz a fotografiar una de las tablillas de Sucht, que descubrí hace un par de días. Como hacía tan bueno, decidí bajar hacia Puerta Cerrada para hacer la foto de otra tablilla más, que aún aguantaba. Clic, foto. Crucé la plaza y me encontré una muestra de la nueva campaña de Sam3, una plantilla austera: "Espacio reservado para su publicidad". Clic, foto.


Como seguía haciendo bueno y seguía siendo temprano, me adentré por la Cava Baja. Y enseguida otro espacio reservado para su publicidad. Clic, foto.


Entonces pensé que ambas muestras eran señales de que en algún lugar cercano debían estar el resto de obras, no ya más austeras plantillas, sino los "espacios" integrados en las sombras de Sam3. Pensé en tapias (esa palabra que mi alumno Jose Alberto nunca ha oído, de esas que empiezan a desaparecer porque nos hacemos mayores) porque había visto algunas fotos de Sam3. Calle del Almendro, Plaza de los Carros (sorprendentemente no había gente cogiendo sitio), Cava Baja, Cava Alta, Calle Humilladero, Calle de la Sierpe, Calle Toledo... Nada. Y entonces pensé en la tapia de la "plaza de los gitanos" (Plaza del General Vara del Rey) y allí estaba la gran sombra, con el "espacio reservado" entre las piernas. Clic, clic, clic, clic, fotos (malditos coches, malditos contrastes).


Ya sólo me quedaba regresar a casa, pero me quedaba la propina en plena Plaza de Cascorro. Una mujer toda de rosa vino a alegrarme la foto. Clic, foto. A casa. En la próxima el mural, sí.


Como siempre, podéis hacer clic en las fotos para verlas más en detalle.