Gran retrato en la plaza de San Ildefonso.

Hace algo más de una semana, me asomé al solar que queda tras la demolición del edificio en el que confluyen la plaza de San Ildefonso y la Corredera de San Pablo, en pleno Malasaña. En la pared del fondo, se adivinaban los primeros toques de lo que parecía un gran retrato. Pensé que se trataba de una obra inacabada, interrumpida tal vez por las obras que están teniendo lugar en el solar. (Como anécdota comentar que uno de los obreros se me quedó mirando extrañado, tal vez pensó que era algún inspector o algo...).

Pero ayer mismo volví a pasar y la obra estaba terminada. El efecto es impresionante, asomarse al solar y ver al fondo, en la pared, el retrato femenino ocupando aproximadamente la mitad del muro. Se trata de una obra que remite inmediatamente a las que ya tuvieron su espacio en la calle Embajadores primero y en la calle Fuencarral después, obra del cubano-neoyorquino Jorge Rodríguez-Gerada. Aquellos retratos, realizados en carboncillo en solares similares a este, formaban parte de la serie Identity, en los que Rodríguez-Gerada dibujaba a uno o más de los habitantes de los edificios colindantes. Si no es suya, desde luego entronca directamente con sus trabajos. Además, las máquinas que se ven en la foto, y que en principio podrían asociarse a las obras de desescombro, sirven probablemente de alzador para el artista.

Recomiendo a todo el mundo que se pase a verlo, merece la pena contemplarlo en vivo.

Poster en San Bernardo

No es que los posters de gran formato sean precisamente uno de los puntos fuertes del arte urbano en España... o al menos en Madrid. No existe la tradición que sí hay por ejemplo en Francia, con artistas como G, Don Quichote de la Mancha, Duster 132 o JR -autor recientemente, junto a Marco, del proyecto Face2Face-. Por eso me ha sorprendido mucho esta obra anónima (de momento) a la altura del número 68 de la calle San Bernardo, no sé si la cercanía -en la calle La Palma- de la Escuela de Artes y Oficios tiene algo que ver.


Se trata de una obra de gran formato, construída a partir de treinta y cinco posters más "pequeños", que conforman la imagen de una mujer de color durmiendo en, presumiblemente, un banco de la ciudad. La foto -tampoco sé si es de los propios autores- me parece muy buena, y me da que vuelve a tratarse de una obra que -pese al tamaño- pasa bastante desapercibida.

Nueva máscara en Ave María.


Las fotos son de esta misma tarde, de la esquina de la calle Ave María con la calle Magdalena, junto a Antón Martín. Poco queda por explicar de estas obras que no haya dicho ya en entradas anteriores, salvo que sigo sin saber quién está detrás de ellas.


[Como curiosidad, señalar que en Google Maps la calle en cuestión aparece como "Calle del Avenida María". ¿Error o relación con el nombre real? Una búsqueda rápida en Google inclina la balanza hacia el error, pero...]

Máscara en Fuencarral.

Hace unos días descubrí, desde la ventana del autobús 149 (que cuando llega a la calle Fuencarral entra habitualmente en un atasco que permite contemplar cualquier detalle que se le antoje a uno), que las máscaras de las que hablaba hace unos días no son exclusivas de la zona de Lavapiés. A los pocos días volví para fotografiar una máscara gris que se encuentra a la altura del número 16 de la calle Fuencarral, cerca ya de la Gran Vía. Es un modelo distinto al de Lavapiés, un rostro más anguloso, tal vez más estereotipadamente masculino, pero sigue pasando desapercibido, como las otras máscaras, en su considerable altura.

Sigo sin saber quién o quienes son los autores de estas obras, se agradecerían pistas de quienes las puedan tener.


Pinchen, pinchen... En la segunda foto he reducido el brillo a propósito para que resalte la zona en la que se encuentra la máscara.

Cáritas y el mono de Noaz.

Es materialmente imposible tener controlado cada rincón de la ciudad, lo que a menudo hace que determinadas obras, como la de hoy o el Sam3 de la Plaza de la Paja del que hablaré en breve, permanezcan durante un tiempo indefinido en su sitio sin que uno las encuentre jamás. Aunque a veces damos con ellas.


Es el caso de este mono de Noaz de la calle Marqués de Valdeiglesias, cerca de Chueca y pegando al comienzo de la Gran Vía, que debe llevar ahí arriba meses o incluso años. Es curioso porque en esta ocasión la silueta del mono ha quedado recortada por el muro que cierra el patio de la sede de Cáritas que alberga el edificio en cuestión (¿casualidad?, no creo). Además, tampoco aparece la frase que suele acompañar habitualmente a esta y a otras plantillas de Noaz: "¿En qué piensan los gobernantes?".


Pinchen y vean.

Alternativas, cierres y reaperturas.

La entrada de hoy es un poco off-topic, vaya eso por delante.


La primera referencia del día la ocupa una alternativa (no del todo atractiva, pero sí plausible desde mi punto de vista) a los grandes telones publicitarios que cubren los andamios de nuestras ciudades. En la novísima Plaza de Ministriles (durante mucho tiempo un solar abandonado), han ocultado los andamios tras una malla que no muestra modelos que anuncian perfumes, maquillaje o relojes, y que ni siquiera está ocupada por rostros conocidos -ni Fernando Alonso, ni Pau Gasol, ni Rafa Nadal...-; tan sólo un esquemático bosque de colores que da un poco de ídem a la terrible plaza (y van ya...) que el Ayuntamiento ha decidido ceder a los ciudadanos. Una propuesta que en principio veo como positiva y que no desentonaría en cualquier otro andamiaje de la ciudad.


La segunda referencia es sobre cierres y reaperturas. Hace un tiempo, me hice eco de la búsqueda que los dueños del Taqué (bar de copas de la calle Lavapiés, casi en la esquina con Calvario, decorado por fuera y por dentro por Davidin) habían emprendido para encontrar alguien que quisiera el local en régimen de traspaso. Parece que la cosa no ha funcionado y el local ya lo tiene en venta una gran inmobiliaria (ver foto).


El otro gran cierre es el del Cine Avenida, en la Gran Vía, junto a la plaza de Callao. Los lugares destinados al anuncio de las películas no muestran sino los restos de los mismos, entre los que se ven o intuyen los afiches de filmes estrenados hace ya mucho tiempo, entre ellos "Descongélate". El inmenso edificio, que se cuenta entre los característicos de la Gran Vía, tiene ya un nuevo destino, como centro comercial -faltaría más...-.


Por suerte, existen las reaperturas. El bar Lola Lola (c/ Salitre), de cuyas obras también me hacía eco en el mismo post en el que hablaba del Taqué, abrió de nuevo sus puertas el pasado viernes, y a juzgar por el cartel de la fiesta de inauguración no ha perdido ni un ápice de su espítitu. Esperamos poder volver a las pipas, las cervezas y los bocadillos de pollo con queso Roquefort.

En próximas entradas prometo centrarme en las cosas de la calle a las que este blog está destinado. Pinchen en las fotos.

Máscaras en Lavapiés.

De nuevo toca hablar de esas manifestaciones que pasan generalmente desapercibidas al precario campo visual del ser humano. En la parte alta de Lavapiés (calles Calvario, Cabeza y Lavapiés) han aparecido en las últimas semanas una serie de máscaras colocadas a una altura considerable (deduzco que la misma que permiten cierta flexibilidad, y los ventanucos, rejas y demás alzaderas que completen las competencias de un par de pulgares oponibles).


La primera que enconté fue la de la calle Calvario, esquina con Jesús y María. Como en los demás casos, la máscara (¿de escayola?) se mimetiza con el color del muro, lo cual parece indicar que cada una de ellas ha sido pintada pensando ya en el lugar que iban a ocupar en la calle.


Más adelante, pude ver otra desde la ventana de La Chilostra, en la calle Cabeza. Esta vez el color se adpataba al ocre del muro, aunque la máscara tiene dibujadas una serie de líneas que parecen indicar que esta estaba más bien destinada a una pared aladrillada.


Finalmente, queda el caso más curioso, el de la calle Lavapiés. Hace unos días, cuando subí la entrada sobre la última obra de Nuria, descubrí, en la foto (casi como David Hemmings en Blow Up) una máscara gris sobre los ventanucos del Teatro Apolo. Me acerqué a fotografiarla, pero ya no estaba, no sé bien si fruto de un accidente, del coleccionismo o de cierto emperejilamiento municipal, así que he tenido que usar aquella foto para poder mostrarla. Luego, yendo atrás en el tiempo, encontré que la máscara aún no estaba allí cuando fotografié por primera vez la obra de Nuria, aún en su primer estado, con lo que resulta curioso poder establecer, no ya el lapso en el que el/los artistas treparon al muro para colocarla, sino la vida de la obra en la calle: como máximo, del 22 de mayo al 15 de junio. He aquí la serie.

22 de mayo de 2007:

5 de junio de 2007:



15 de junio: la máscara había desaparecido. Por favor, pinchen en las fotos para verlas decentemente.

Nuria completo y urbanidades accidentales.

Barcelona nada, ni tiempo ni lugar a. Sólo los Above que ya fotografié en el pasado puente de diciembre. Además, me cuesta seguir el ritmo de actualización que debe tener toda página seria.

Hoy rectifico y actualizo el Nuria de la calle Lavapiés, que di por terminado entradas anteriores pero que aún no estaba completo. Ahora sí (el aviso llegó via El Tono), así ha quedado:


Mientras, hay ocasiones en que los accidentes o el azar nos proporcionan en la calle imágenes curiosas, inintencionadas pero simpáticas, como este semáforo dado la vuelta junto al Mercado de San Miguel, cerca de la calle Mayor. Los de Wooster lo hubiesen incluido en una de sus fantásticas categorías (culture jamming, probablemente).