Retratos en el Parque de la Cornisa
Siguiendo la línea iniciada con la obra de la Plaza de San Ildefonso, hoy toca hablar de otros retratos a gran escala, de menor (hiper)realismo pero de un impacto igualmente importante. Con esto quiero decir que merece la pena, de nuevo, pasar a verlos.
Llevaba detrás de fotografiar estos retratos desde que los vi, entre hoguera y hoguera, la pasada noche de San Juan, en la que aparecieron ante mi vista como algo casi fantasmagórico, en el espacio del Parque de la Cornisa, detrás de San Francisco el Grande. De nuevo, el "arte urbano" se nutre de sacar a la calle técnicas propias del arte tradicional, emplazándolas en lugares que no son los propios, sin marcos ni leyendas y con unas medidas que difícilmente encajarían -o sí encajarían pero serían difícilmente admitidas- en los muros de un museo. Y, tal vez más relevante aún, al menos en este caso: desde el anonimato, desde el artista que -sin menos mérito- pone su obra a la vista del transeúnte. Algo que también aleja la propuesta del arte urbano tradicional, basado muchas veces en la preeminencia del del autor y su nombre.
Bueno, nada más. Sólo que paséis a verlo quienes podáis porque merece mucho la pena. Dejo también dos fotografías-detalle de las obras, que como en otros casos permiten ver parcialmente la cara interna de la obra, los trazos, y no sólo ya el fantástico resultado que se percibe desde la distancia.
1 comentario:
Yo la veo casi todos los días y me costó mucho más que a ti sacarles un par de fotos. ¿Sabes de quien son?
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