Noaz (y Neko): algo más que farolas

La de arriba es la primera fotografía digital que tengo de una obra de Noaz. Es de diciembre de 2003, está tomada, claro, en Lavapiés, y en ella se pueden ver también plantillas de clásicos del momento, como Thuner o la obra homenaje a Muelle de Einsamkeit. Y digo que es la primera digital porque las primeras absolutas deben ser de principios de ese año, de la época de las manifestaciones contra la guerra de Irak. Pero están sólo en papel.

Desde entonces lo he seguido en todas sus intervenciones en Madrid: todas aquellas plantillas que le dan el nombre, Bush Horror, Pinochet y Margaret Thatcher, Las mentiras de Acebes, ¿En qué piensan los gobernantes?, EZLN La Dignidad Rebelde, Fast Food África, El Sueño Israelí, el Perro de España, Los pedos de Rajoy y muchas otras. No en vano es el sexto artista más mencionado en Escrito en la pared, empatado con Banksy (ahora ya no) y sólo superado por Eltono, Nuria, Sam3, DosJotas y Space Invader.

Sirva esta introducción para entender la importancia que tuvo, a finales del mes pasado, mi encuentro con las farolas y postes-parada de autobús que él y Neko tunearon en Madrid este verano. En una intervención que me hizo recordar no sólo los gloriosos tiempos de ¿Te Gusta Lo Que Ves?, los luminosos de Nano4814 (de los que hablábamos recientemente aquí), e incluso más tangencialmente la intervención-espejo de Eltono en la calle Lavapiés, Noaz y Neko pegaron sus motivos (la ya archiconocida imagen de Aznar, los lemas Noaz y Azwar, el propio nombre de Neko o el rostro de Putin bajo los rótulo "Peligroso" o "Peligro", última creación hasta la fecha de Noaz) sobre uno de los lados de multitud de farolas de Malasaña y alrededores.

La cosa va más allá del encuentro de la imagen con la luz de la farola. Aunque resulta más llamativo el efecto nocturno, las imágenes funcionan también a la perfección a plena luz del día. No hay más que ver los resultados (que mostramos más abajo) o acercarse en vivo: aunque se haya dado ya alguna que otra baja, aún se está a tiempo.


Otras farolas que han sido intervenidas de una manera similar han sido las dos que se encuentran a ambos lados de la puerta de La Santa, la nueva librería de graffiti, arte urbano y otras cosas que han habierto este año en la calle Santa Bárbara. El motivo en este caso es, claro, el logo de la tienda.



Pero como decía más arriba, las farolas no han sido el único soporte utilizado por Noaz y Neko. En Gran Vía se sirvieron del poste de una parada de autobús para colocar un adhesivo más pequeño pero igual de efectivo. Son los mismos adhesivos que Noaz ha usado para colocar sobre señales de manera bastante significativa, como pueden ser las combinaciones blanco-azul y rojo-amarillo de los colocados frente al Teatro Real y la Puerta de Alcalá.