Nuevo en la pared: el Musaca de La Cabeza Intermitente

En muchas ocasiones me hace casi más ilusión dar en la calle con un nuevo proyecto, con una propuesta inédita, que toparme con una obra representativa de alguno de mis artistas urbanos favoritos. En muchas ocasiones, digo. Ésta es una de ellas.

Regreso a Madrid y encuentro, en dos puntos muy distintos de la ciudad (la calle Cabeza y la esquina de la Plaza de las Cortes con el Paseo del Prado) dos propuestas interesantes y algo (por no decir bastante) abstractas, ambas firmadas con la referencia a sendos blogs. Se trata de las obras del Musaca (Museo de Arte Contemporáneo en la Calle) de La Cabeza Intermitente y la tirita (feliz) y el papelillo de fumar de Malditeando (en la maldita ciudad maldita). Hoy hablaremos de las primeras.



La primera obra del Musaca (denominada Auto-retratos) la encontré algo tarde (el 31 de agosto), cuando ya no estaba completa. Una serie de pronombres en distintos idiomas, impresos sobre papel, ocupaban un espacio emblemático, ése frente a la Pizzeria della Cabeza en el que aún pueden reconocerse los restos de aquel Eltono amarillo y de un Nuria, en el que están los calamares de Nano4814 y en el que ha intervenido repetidamente el Colectivo Punto y Coma. Cuando lo fotografié (ver imagen arriba), el "yo", significativamente, había desaparecido. La imagen completa nos la proporcionan en el blog que La Cabeza Intermitente tienen dedicado al Musaca; podéis verla aquí.

La explicación que los responsables dan de la intervención es la siguiente:

Podemos pensar al ver esta intervención en el artista On Kawara, (desde el año 1966, pinta cuadros en los que sólo aparece, en blanco sobre fondo negro, la fecha de realización de la obra, por poner un ejemplo), o en otros artistas conceptuales, ya que el presente trabajo se mueve dentro de los parámetros del arte conceptual.

Existe en “Auto-retratos” un juego entre el Yo y el Otro. Lo uno o lo otro.
Búsquedas y límites se entrelazan, se interrogan… Se inicia aquí, como escribió Aldo Enrici, un camino de revisión, de otra versión para tomar conciencia del Otro.
Esta conciencia, esta entrega al Otro supone y permite, como ya apuntó Levinas, el camino para ser alguien, para ser yo.

La segunda intervención del grupo es Especies, y es con toda seguridad la que más me gusta de las tres, supongo que tiene que ver con la plasticidad y el acabado de las imágenes. Se encuentra en la misma puerta de la calle Cabeza en la que están los ya mencionados calamares de Nano4814 y consiste en cinco estampas, siluetas humanas con cabezas de gallo. Las palabras detrás de ellas, extraídas del blog de Musaca, son las siguientes:

A veces, la parte dormida de nuestra consciencia nos juega extrañas pasadas... lo cierto es que la presente intervención ha surgido de esta forma, por una serie de encuentros-desencuentros con seres aparentemente humanos que esconden tras de sí otro verdadero "yo"... nada humano. En este caso seres mitad hombres mitad gallos posando en distintas actitudes... otro modo de adaptación?

La escena se cierra con un montaje barroco.

Y éstas las imágenes:



La tercera y última intervención del grupo hasta la fecha, de nuevo en la calle Cabeza (un poco más arriba del Teatro de la Puerta Estrecha) es la denominada Y a este punto... Se trata de una obra interactiva consistente en un gran punto negro acompañado del texto "Y a este punto ¿qué tienes que decir?" y de una hoja en blanco (que ya no estaba en blanco cuando la fotografié) con un rotulador atado con una pequeña cuerda. Los viandantes fueron escribiendo sobre el papel sus respuestas personales a la pregunta que se planteaba. En la sede de Musaca lo explican así:

"Y a este punto qué tienes que decir" propone un paréntesis para alejarnos del vertiginoso ritmo en el que nos vemos inmersos en la sociedad actual.
Abre un camino para la reflexión y la expresión, un momento de escucha personal...