Arte urbano en La Llacuna.
Cosas que, por una u otra razón, me emocionan. Arte urbano y niños. Arte urbano en las escuelas. Escuelas que con un poco de iniciativa e imaginación consiguen que su aspecto (y por un momento la imagen de los centros educativos en general) deje de ser el de una mole fea de ladrillo u hormigón para pequeños y menos pequeños. Escuelas construidas, regidas, diseñadas y dirigidas por adultos que, afortunadamente, no olvidan que ellos, los niños y no tan niños, sus alumnos y sus hijos, también pasan allí gran parte de su jornada.
La semana pasada, Daniel Parellada, con quien socializo a menudo, siempre virtualmente y casi siempre con la excusa del arte urbano, me escribió para contarme la iniciativa que ha llevado a cabo junto con los responsables (profesionales y padres) de la Escola La Llacuna de Poblenou, en Barcelona. Tomando como inspiración uno de los proyectos interactivos de Eltono, Script, del que en su día hablamos aquí y aquí, alumnos, padres y profesores pintaron la fachada de la Escuela, con el resultado que veis en las imágenes. Él mismo lo explica mejor:
La escuela La Llacuna está en el centro del barrio del Poblenou de Barcelona, un barrio industrial décadas atrás, pero ahora modernizado a manos del Ayuntamiento a base de altos edificios de pisos y oficinas. Estos cambios también se han llevado, con las fábricas y los almacenes, toda la vida graffitera que envolvía la zona de alrededor del colegio, por lo que desde la escuela, que tiene vocación de conectar e interactuar con el barrio, se pensó en llevar a cabo un proyecto para la pared exterior que recorre el lateral, de manera que los niños pudieran involucrarse y que, además, no pareciera el típico mural de escuela (con manos estampadas, árboles, soles y demás).
Después de darle vueltas, la idea fue intentar adaptar -y de hecho simplificar un poco- los trabajos del artista Eltono para que los niños llevasen a cabo la intervención en el muro con facilidades técnicas (no los podíamos subir a andamios), entendiendo el proceso completo, y trabajando en las aulas conceptos e ideas como el arte abstracto, el azar, lo urbano... Así que marcamos puntos de salida en el suelo del muro (unos 48, cada 60cm), definimos un número de colores (9: verde oscuro, naranja, azul oscuro, lila, rojo, azul claro, amarillo, rosa y verde claro) y las tres direcciones en las que se podían dirigir las líneas (diagonal izquierda, vertical y diagonal derecha). Hicimos 3 cajas, una para cada "coordenada" (punto de inicio, color y dirección), y los niños debían sacar las instrucciones de las cajas, totalmente por azar. Así se formaron las instrucciones y en una semana, poco a poco y con la ayuda de los padres, pintaron el mural.
Después de darle vueltas, la idea fue intentar adaptar -y de hecho simplificar un poco- los trabajos del artista Eltono para que los niños llevasen a cabo la intervención en el muro con facilidades técnicas (no los podíamos subir a andamios), entendiendo el proceso completo, y trabajando en las aulas conceptos e ideas como el arte abstracto, el azar, lo urbano... Así que marcamos puntos de salida en el suelo del muro (unos 48, cada 60cm), definimos un número de colores (9: verde oscuro, naranja, azul oscuro, lila, rojo, azul claro, amarillo, rosa y verde claro) y las tres direcciones en las que se podían dirigir las líneas (diagonal izquierda, vertical y diagonal derecha). Hicimos 3 cajas, una para cada "coordenada" (punto de inicio, color y dirección), y los niños debían sacar las instrucciones de las cajas, totalmente por azar. Así se formaron las instrucciones y en una semana, poco a poco y con la ayuda de los padres, pintaron el mural.
...y quizás el resultado sea lo de menos, y el concepto y el proceso lo de más, como tantas veces ocurre. A mí me hace pensar, tangencialmente, en los murales que E1000 ha venido realizando en los últimos años para un par de centros de niños en Lavapiés: primero en la Casa de cunas La Merienda, en la calle Amparo, y después en el colegio público Emilia Pardo Bazán, en la calle del Casino, proyectos en los que los niños no participaron directamente, pero en los que sí eran protagonistas.
No me sorprende que al propio Eltono le haya encantado esta iniciativa. Más allá de ser la fuente de inspiración, basta hacer un pequeño recorrido por su web para ver de qué manera aprecia la participación, activa o no, de los niños, en (y de) sus proyectos. Él ya se ha hecho eco a estas alturas de la iniciativa de Daniel Parellada y La Llacuna, con una entrada en su página. Si queréis ver más imágenes del proceso y del resultado de la acción en la Escola La Lacuna, podéis hacerlo aquí. Gracias, Daniel.
3 comentarios:
Ya sabes: mil gracias a ti! Un saludo
uncut street art!
Esta entrada es alucinante. Me encanta ver arte en los colegios para que los chavales se empapen de el. Aqui en Brooklyn hay unas cuantas escuelas con murales curiosos. Intentare hacer unas fotos.
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