Más conejos en Lavapiés: desafiando al gris.

No soy muy partidario de repetir motivos, sí autores, o artistas, pero no motivos; pero a veces hago excepciones, y la nueva camada de conejos que fotografié entre ayer y hoy es una de ellas. Las razones no están tanto en que hayan aparecido nuevas plantillas, distintas a las anteriores, o en que estén firmadas por León, o en que los conejos hayan adoptado nuevas actitudes, como la de esconderse por los rincones de Lavapiés o leer el Playboy en plena calle. Lo que me ha decidido a sacar a estos nuevos conejos punkis (dug da bug dixit) son sus motivaciones, su desafío al gris institucional no sin cierto (o gran) sentido del humor.

El gris me mata, en Jesús y María.

Ayer...

...y esta mañana a primera hora, llovido por otro gris, del que ya hablaremos mañana.

Siempre jodiendo la misma pared, en Ministriles chica.

Bórrame si tienes huevos, en Tribulete. (Y se sintieron aludidos, claro, porque esta tempranera foto de móvil es lo único que conservo).

Mea aquí, caga aquí, en la calle Lavapiés.

El gran Conejo te vigila, en la Travesía de la Comadre.

Viva Torrente, en Sombrerete. De nuevo con el móvil.

Y jugando al escondite, o vigilándolo todo, no se sabe bien.