Monsieur Chat en Madrid.
Me enteré de que Monsieur Chat había estado en Madrid el día en que Ainara decidió asomarse a la valla de lo que es hoy El campo de cebada para ver si aún estaba allí la piscina en la que se estuvo bañando a finales del pasado verano. La aupé: ella comprobó que no había piscina y yo descubrí un gato gigante de sonrisa gigante. Unos días después, encontré otra muestra de su trabajo al principio de la calle Lavapiés.
Personalmente, Monsieur Chat me lleva ante todo a un lugar y un tiempo: París en el verano 2003. También recuerdo, más en modo blogger, todo el revuelo que se montó hace más de tres años con su detención en Orleans y la condena que se le impuso: hacer pública su verdadera identidad.
1 comentario:
Pisando todo lo que pilla por lo que veo
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