Nuria Mora | Calle del Espino
Curioso. O no. Hace algo más de tres semanas me preguntaba aquí en qué momento, a juzgar por los restos de rosa junto a la puerta, había habido una obra de Nuria Mora en la calle del Espino. Y mira, ahora sí que la hay, pero completa: azul, hojas y flores surgiendo del muro ocre, pero literalmente.
Llegué a mediodía, y la luz se colaba, como aquella vez en Jesús y María, entre los balcones rotos, iluminando tan sólo aquella parte de la pieza: aquellas flores que con más ganas desafiaban la verticalidad. Maldecí un poco la mala suerte, pero luego aprecié el efecto e hice algunas fotos interesantes. Después, en apenas veinte minutos, todo estaba ya en sombra. Bonita manera de acumular imágenes distintas de lo mismo en la tarjeta de la cámara.