Color a chorros
Hace algo más de una semana, bajando Mesón de Paredes, nos encontramos, a la vuelta de una esquina, un estallido de color: rojo, amarillo y naranja se habían juntado sobre la pared, probablemente de manera tan violenta como amistosa. La combinación nos gustó tanto que empleé un buen rato en fotografiarla.
Dos días más tarde, encontré otra nueva explosión de color en Duque de Alba, en esta ocasión y a mi modo de ver algo menos afortunada.
Lo curioso es que tan sólo una semana antes, al pasar por la calle de la Flor Alta para hacer las fotos de las últimas intervenciones de Nuria Mora y Sue, también me había parado a registrar una acción similar, que también me llamó mucho la atención.
Tres muestras de colores disparados a chorro sobre la pared... ¿de manera aleatoria? Bien puede ser, pero con una intención. ¿Vandalismo? No más que cualquier otra expresión de calle. ¿Graffiti? Most likely.
Al recopilar las imágenes para esta entrada recordé otros dos casos recientes: aquel extintorazo de Neko en la fachada de la Heaven, salpicado de nuevo con color; y la pared contigua al Teatro Pavón, en la calle Embajadores, que allá por junio apareció estrellada de color y que sólo desde hace un par de días luce de nuevo cubierta por el gris institucional.
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