Mi nombre es E1000.

Últimamente, E1000 ha venido aprovechando los ángulos (rectos, agudos, obtusos) de rejas y barrotes de diverso tipo y en algún caso los huecos de alguna alcantarilla, para encajar los cinco caracteres de su firma. De nuevo, muy en su línea, una idea sencilla que a menudo genera a simple vista un efecto curioso y que, como aliciente, da pie a que los que hacemos las fotos les busquemos los tres pies a las piezas.

Se me olvidó apuntar que hace no mucho en Vandal Voyeur publicaron también un estupendo reportaje sobre E1000. Pincha.