Sombrerete 3, Lavapiés. Arqueología.

Esta es una de esas entradas. De las que uno desearía sacar enseguida pero va dejando en la recámara no por buscarle el momento apropiado, sino por buscárselo uno mismo y poder hacer algo que no sea poco más que una ristra de imágenes. Es lo que tienen las arqueologías.

Abril de 2011.

La fachada del número 3 de la calle Sombrerete, en Lavapiés, era hasta hace unos meses uno de esos muros grises por los que uno hacía por pasar, esperando encontrar nuevas intervenciones, un espacio que parecía invitar a la acción, por el color, por las texturas... Durante unos años así fue, y por allí pasaron, cuando menos, los chicos de El Cartel, los daños colaterales (dicho con mucho cariño) de Madrid Poster Art, los hombres-cámara de Frágil de cuando el principio de la videovigilancia, DosJotas, la fugaz Bastardilla, un señor de Borondo asomado a una ventana de ladrillo y hasta un bonito saludo, justo antes de que llegasen los andamios.

El Cartel, septiembre de 2008.

Pero investigando un poco uno descubre que antes, Sombrerete 3 fue mucho más: un caso clásico de edificio en el que vivían personas, "una corrala formada por infraviviendas mínimas (algunas de 12 metros cuadrados), habitada en su mayoría por inquilinos de renta antigua", quienes tras más de diez años viviendo entre puntales (durante los cuales nada hicieron al parecer sus propietarios por mejorar las condiciones del edificio, ¿con vistas a disponer del terreno?) se vieron obligados a dejar su casa a finales de 2005, hace ahora siete años. Hoy, el solar vacío luce dos pintorescos muros cubiertos de poliuretano y sendos carteles de "Se vende".  

Fatuo, Tal, Bustart y Zai. Madrid Poster Art. Marzo de 2009.

Fragil y Ring, octubre de 2009.

DosJotas y Bastardilla, septiembre de 2010.

Borondo, mayo de 2011.

Buenos días, Renata. Enero de 2012.

Tras el derribo. Septiembre de 2012.

Diciembre de 2012. Se vende.