Puede que me falle la memoria, pero no recuerdo haber tenido delante de mí antes una pieza de
Spidertag. Falta de sincronización, supongo. Esta vez el recorrido, además, fue (¿por qué no decirlo?) de lo virtual a la calle (debería hacer un post sobre Instagram aquí, ya) e implicó unas cuantas visitas al muro, tantas (creo) como hicieron los
duendes que fueron reconstruyendo los desperfectos que por una u otra razón iba sufriendo la instalación y que generaron pequeñas variaciones y recreaciones: del 8 al 13, del 13 al 16, del 16 al 19, y así...
De entrada, si algo transmite la pieza de Spidertag es inmediatez, pero a poco que uno quiera, o sin querer ya, al documentarla resulta muy fácil enredarse en los detalles y en las posibilidades: diferentes días, diferentes luces, diferentes grises. Y el enredo con los contrastes. Y vaya, que si hay alguien que se enreda fácilmente, ese probablemente soy yo. Va.
8 de enero
13 de enero
16 de enero
Gracias a
R2hox y Spidertag por los toques.