Barcelona | El paseo es el contexto
Mis primeras fotos de arte urbano, allá por 2001, carecían de contexto. Eran puras piezas encajadas casi sin margen en el rectángulo del visor. Ni puertas, ni ventanas, ni mucho menos calle alrededor. Puede que culpa de aquellos carretes de 36 que no eran el infinito de las tarjetas de memoria de hoy. Cuando veo aquellas fotos maldigo la falta de contexto. Luego uno aprende, y el contexto se lleva siempre un porcentaje alto de la foto: puertas, ventanas, calle, bichos (como dice R2hox) y hasta cielo. Contexto siempre.
Pero hay otro contexto, del que ya he hablado alguna vez aquí: el contexto espacial, temporal y hasta sentimental que acompaña a las fotos. Visitar una ciudad, documentar lo que vas encontrando y desordenar las imágenes o agruparlas por artista, e incluso hacer monográficos, deja fuera ese contexto. Lo he hecho y lo seguiré haciendo, pero para esta y otras me apetece mostrar que el paseo (aunque haya que leer entre fotos) es el contexto por el que discurren las cosas con las que me encontré en Barcelona en los dos últimos días de 2013.
Los nombres propios en las etiquetas. Ya me dicen si se me escapa algo.